El término hiperescucha ha figurado en los últimos años de manera destacada en varios ámbitos de la ciencia y el arte. Nuestra comprensión de este término puede resumirse en la siguiente formulación:
La hiperescucha es un acto intencional mediante el cual se produce una sintonía psicológica de la función auditiva. Como resultado, la realidad del sonido como fenómeno físico queda eclipsada por la interpretación poéticamente aprensiva de la dinámica sonora, conduciendo a un estado inmersivo de conciencia que, en su punto máximo, emancipa al oyente de las fronteras ontológicas y epistemológicas.
El material publicado en este registro se ofrece al hiperoyente como un fenómeno sonoro. Está compuesto por grabaciones que capturan las emisiones acústicas de ciertos seres vivos. Estos sonidos tienen una periodicidad cuasi rítmica específica, que podría considerarse un pulso ubicuo. Deseamos un fructífero experimento de hiperescucha.
La hiperescucha es un acto intencional mediante el cual se produce una sintonía psicológica de la función auditiva. Como resultado, la realidad del sonido como fenómeno físico queda eclipsada por la interpretación poéticamente aprensiva de la dinámica sonora, conduciendo a un estado inmersivo de conciencia que, en su punto máximo, emancipa al oyente de las fronteras ontológicas y epistemológicas.
El material publicado en este registro se ofrece al hiperoyente como un fenómeno sonoro. Está compuesto por grabaciones que capturan las emisiones acústicas de ciertos seres vivos. Estos sonidos tienen una periodicidad cuasi rítmica específica, que podría considerarse un pulso ubicuo. Deseamos un fructífero experimento de hiperescucha.