Este cuenco de té único está elaborado completamente a mano en Jingdezhen, China, y cocido en un horno tradicional de leña. El esmalte natural de ceniza ha formado texturas sutiles y tonos terrosos en toda la superficie, dándole una presencia rústica y orgánica.
Una de sus características más llamativas es el detalle de la hoja esculpida, integrado perfectamente en el borde, como si descansara suavemente allí. La forma irregular y la superficie táctil celebran la estética wabi-sabi — la belleza en la imperfección y las marcas del artesano.
Una pieza evocadora y meditativa para momentos de té en solitario, llena de carácter natural.
Una de sus características más llamativas es el detalle de la hoja esculpida, integrado perfectamente en el borde, como si descansara suavemente allí. La forma irregular y la superficie táctil celebran la estética wabi-sabi — la belleza en la imperfección y las marcas del artesano.
Una pieza evocadora y meditativa para momentos de té en solitario, llena de carácter natural.

