Puede parecer que en este tema no queda nada nuevo por descubrir, si ya bebes té solo con frecuencia. La ceremonia del té es una de las muchas alegrías del introvertido, y parece natural combinarla con la lectura, la música o navegar por redes sociales. El té va bien con reflexiones filosóficas sobre la naturaleza de la existencia, así como con observar la vida tras la ventana con mirada felina. Todos necesitamos tiempo para nosotros mismos, pero esa necesidad no excluye la actividad de fondo relacionada con el consumo continuo de información. Cuando damos descanso a nuestro cuerpo, a menudo olvidamos descargar la conciencia.
La práctica de beber té en silencio tiene más profundidad que simplemente abstenerse de comunicarse. Lleva en sí el deseo de salir de la rutina, descansar del torrente tormentoso de pensamientos, calmar y purificar los canales de percepción.
La diferencia principal entre beber té en silencio y simplemente beber té solo es la intención de estar en el momento. Este enfoque requiere preparación y práctica.
¿En qué debes fijarte para lograrlo?
Tiempo y lugar
No siempre hay oportunidad para dedicar suficiente tiempo y atención a beber té en silencio. Este "formato" no siempre es la mejor opción. Su carga no siempre es adecuada. El entorno dicta sus reglas, y estas pueden diferir de tu sensación interior. Espera condiciones favorables o créalas tú mismo primero.
Compañía
Incluso los buenos amigos no siempre se sienten cómodos cuando guardan silencio juntos, y mucho menos cuando beben té en silencio sin sentirse incómodos. Antes de presentar esta práctica a otros, intenta concentrarte solo en la preparación atenta del té. Ten en cuenta que este enfoque para beber té no es para todos. Y no hay nada de malo en ello.
Preparación del espacio
Si los objetos en tu chaban normalmente están dispuestos al azar, ahora es momento de poner un poco de orden. Esta idea no debería encontrar resistencia. Piensa en cómo normalmente te mueves durante el proceso de preparación, o cómo te gustaría preparar el té hoy. Coloca los accesorios siguiendo esa lógica. Prepara suficiente agua con anticipación, verifica que puedas sentarte cómodamente. Haz todo lo necesario para no distraerte después.
Ajuste
Mientras colocas la vajilla y preparas el espacio, tu conciencia se sintoniza intuitivamente en la longitud de onda correcta. El orden exterior también entra en tu interior. Sin embargo, al principio te distraerás. Vuelve suavemente al diálogo con el té, piensa en el respeto que quieres mostrarle. Considéralo un invitado vivo. Intenta soltar pensamientos aleatorios que amenacen tu tranquilidad.
Estímulos externos
Probablemente ya te habrás dado cuenta de que beber té en silencio no funciona con un programa de entrevistas nocturno de fondo. Incluso se desaconseja comer con la televisión encendida, y aquí se aplica el mismo principio. La música puede ayudarte, pero también puede interferir con el estado deseado. Elige tus sonidos con atención, no los pongas en primer plano.
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Busca controlar todo lo que influye en tu experiencia.
Prueba también la práctica de beber té en silencio en la naturaleza. Deja que los sonidos y formas naturales formen parte de tu experiencia.
En resumen, no es tan sencillo guardar silencio correctamente. Para concentrarte en una interacción profunda con el té, debes renunciar a todo lo que lo impida. La intención de estar con el té es tu hilo conductor, que no solo conduce a un estado más profundo de té, sino también a tu Yo interior, que es tranquilo y armonioso.